miércoles, 4 de junio de 2008
martes, 8 de mayo de 2007
Mambo Beach, un trike muy playero.
No habíamos terminado de encerrar a mambo, cuando chema ya estaba planificando la siguiente escapatoria, y esta no iba a tardar mucho, se realizaría nada más mejorasen las condiciones climáticas que arrastrábamos. Pero esta vez se nos antojaba volar en algún lugar nuevo, nuevo para nosotros y nuevo para mambo, por lo que sin dudarlo y casi al unísono, soltamos los dos la misma palabra, “playa, quiero ir a la playa”, en fin para que vamos a pensarlo más, nos vamos a la playa, y ¿cuando?, chema dijo – mañana, mañana nos vamos a la playa, y dicho y echo, aquí están las fotos de ese viaje. Espero os gusten.
Repasando el correcto montaje del ala.
trasnportando el ala hacia el carro.
el trike listo para volar.
Primer despegue sobre la arena de Roquetas.
La sensación de volar sobre la arena de la playa es indescriptible, solo cuando se vuela, además a en las condiciones en las que hemos podido volar sin nadie sobre la arena que te impida obviamente sobrevolarlos, y con la tranquilidad que ante un imprevisto no se ponga en peligro la integridad de terceras personas, hace que estemos locos por volver a volar sobre la arena y sobre el mar.
Sin embargo las tomas hay que medirlas muy bien, ya que no es cuestión de tocar los carteles informativos, ni de caer al bancal. No es el mejor lugar para realizar posiblemente las dos maniobras más complejas del vuelo, pero es lo que hay, y tras medir bien el lugar, no existió ningún tipo de problema que nos incomodara.
SECCIÓN FOTOS "NO COMENT"
martes, 1 de mayo de 2007
Un Trike llamado Mambo.
El primer viaje lo realizamos con unas condiciones más que malas, ya que se desarrolla con unas inclemencias meteorológicas notables, motivo que no nos hace desistir y con paciencia y sobre todo ilusión, continuamos nuestro camino.
Sin dudarlo, y después de un largo día y no menor noche, a las 8 de la mañana del siguiente día, o del mismo, según se mire, quedamos Chema, Samet quien se apunta a la aventura de probar el nuevo trike, “llamado Mambo”, y yo, decidimos ir a una pista de aviones de radio control, que no es muy larga pero no tiene obstáculos a la salida ni a la entrada, por lo que pensando en un posible e hipotético fallo, creemos es la mejor zona para ir a volar a Mambo.
Durante el traslado a dicho lugar, pasamos por núcleos poblacionales típicos rurales, donde las gentes trabajan el campo, sobre todo el espárrago, pueblos como Villanueva del Mesías, Tocón, Obeilar, Brácana y Huetor Tajar, es impresionante ver como la gente se queda mirando y espontáneamente intenta averiguar que es el dichoso aparato que llevamos, saliendo comentarios tales como “Que barquichuelo es ese”, o uno muy granaino, “Que pollas es eso”, o uno muy bueno “eso es un ventilador para la aceituna”, por lo que no paramos de reír, imaginando lo que imaginan estos hombres de vega y duro trabajo.
Estamos algo nerviosos, pero muy impacientes por volar, pero intentamos no caer en las prisas, por lo que Chema, no para de comprobar una y otra vez que todo este en orden.
Contamos con la admiración, de quien demuestran un amor por lo que conlleva la aviación fuera de lo normal, ya que los amigos del campo de vuelo de Radio Control Ala Sur de Huetor Vega, se muestran allí para ayudarnos en lo que necesitemos, cosa que desde aquí les agradecemos. En una ocasión Chema rompió el ventilador de su trike, y allí estuvieron con él hasta que pudieron arreglarlo, llamando a torneros, mecánicos y a quien hiciese falta para reparar el trike y continuar su vuelo. Para nosotros, unos pilotos más.
Al final, una vez montado y debidamente comprobado, ya esta listo para volar, para lo cual estamos preparados tanto Chema, como yo, si bien en esta ocasión, seré el encargado de echar a volar a Mambo por primera vez y espero no la última en Granada.
Como sabéis, Mambo es un trike, con carrito GTBI, Ala Fun 18 y motor rotax 503 doble carburador y con un solo encendido o bujía por cilindro. Pero desde el primer momento, Mambo nos llamo la atención por una cosa: el piloto estaba muy retrasado, y la distancia hasta la barra y pedales es más que considerable, Chema y yo no somos bajitos, en mi caso 1.85m pero llego justo, incluso para frenar he de sacar el ponéis del asiento. Esto, nos hace pensar tanto a chema como a mi, que posliblemente una vez en vuelo el peso de gravedad se vea retrasado, el carrito en vuelo, esté digamos con un ángulo de ataque algo más elevado y resulte incomodo de pilotar. Debimos jugar a la primitiva, ya que dimos en el clavo, una vez en vuelo, la barra se nos queda algo lejos, a la hora del aterrizaje, cuesta llegar con la barra hasta el fondo de su recorrido, y hasta que no nos habituamos, la sensación es anómala, como se puede comprobar en la foto de abajo, ya que estoy volando recto y nivelado
Por lo demás, el ala fun 18 me sorprende por su suavidad, manejo y vitalidad, en cuanto a que si le metes barra, el aparato gira, gira todo lo que quieras hasta aprox, y este parámetro es un calculo personal sin ningún tipo comprobación científica o medianamente cualificada, pero calculo el ala se inclina unos 60º en un giro potente.
En resumidas cuentas, esta ha sido nuestra pequeña, pero gran aventura a la compra de un trike, llamado Mambo, espero al menos os haya hecho revivir en vuestro subconsciente las mismas sensaciones que a Chema y a mi, y sobre todo esperamos poder contar con este espacio para divulgar lo que a mi modesto y personal punto de vista, considero como el placer de volar, y hacerlo en el mismo aparato que un día hace muchos años soñó y plasmo Leonardo Da Vinci, el genio del Renacimiento que soñó con volar y que de existir hoy en día, no me cabe la menor duda sería un gran trikero más y una gran amante del tipo de aviación que nos gusta, tanto trike como los tubo y tela.
Espero os haya gustado y hasta pronto, no tardaremos en contar las andadas de Mambo.